Enfoque al Futuro
- info6101639
- 31 jul
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Todos estamos interesados en el futuro, al menos por tener la intención de pasar el resto de nuestras vidas en él. Pero por supuesto que el tema tiene más fondo. Nos energiza el esfuerzo de tratar de entender e interpretar el cambio; nos estimulan los debates acerca de lo que realmente está sucediendo en nuestra realidad actual, y por qué; nos reta hacer nuestra propia contribución hacia un mayor y mejor entendimiento acerca de hacia dónde nos lleva el futuro.
Lo anterior es comprensible y loable, pero no suficiente. Debemos recordar que el objetivo fundamental es – o debiera ser – no el análisis de tendencias per se, ni siquiera una claridad de las repercusiones: es la acción – acción para crear el cambio organizacional necesario para mantenerse al corriente sobre el futuro. Así que todos debemos concebir nuestro rol como agentes de cambio.
Pensamiento estratégico
El pensamiento estratégico se puede definir sencillamente como “actuar en el presente con un claro sentido del futuro” – un sentido de cuál será el ambiente en el futuro, y una visión de cómo será la organización en el futuro. Ningún aspecto de cambio cultural es más importante que enfocarse en los valores organizacionales y comportamiento en el futuro. Esta es una tarea que no se debe tomar a la ligera, ya que, como cualquier cambio cultural, maneja valores profundamente incrustados y prejuicios que solo llevarán a un esfuerzo prolongado.
Es probable que no nos demos cuenta del grado en el que estamos enraizados en el presente, desestimando el futuro. Ciertamente en la mayoría de las organizaciones los Gerentes e inclusive los planeadores se encuentran más cómodos midiendo y controlando lo que “es”, en vez de en lo que “podría ser”. Es demasiado común que las visiones del futuro sean una proyección del presente con estadísticas modificadas. Es precisamente esta mala percepción o negligencia hacia el futuro que ha causado que en el último par de décadas muchas organizaciones se tropiecen.
Lograr el enfoque al futuro en las organizaciones no es cuestión de invertir más tiempo en planear. Más bien es cuestión de cambiar la manera en que planeamos, la manera en que percibimos el futuro, la manera en que actuamos ante esas percepciones. Esto no significa que seamos negligentes con el presente, sino que debemos absorber nuestro pensamiento estratégico de tal manera que el presente y el futuro estén ligados a nuestro pensamiento y nuestras acciones.
¿Cómo?
El proceso conocido para hacer una planeación estratégica hoy en día se enfoca en analizar la situación actual del negocio – la organización y los competidores, así como analiza la situación económica actual, etc., y esto nos lleva a tomar decisiones hacia el futuro con información y visión del presente.
Por lo tanto, tenemos que empezar por hacer nuestros análisis y proyecciones basados en información del futuro. ¿Viajar con Christopher Lloyd y Michael J. Fox? No, en realidad se trata de responder a las típicas preguntas de un FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), pero con visión de futuro:
§ ¿Qué probabilidades hay de que nuestros Socios – Prospectos, Inversionistas, etc. – cambien en el futuro?
§ ¿Qué oportunidades y amenazas tendremos en el futuro?
§ ¿Qué impacto tendrá la tecnología en nuestro negocio, en el futuro?
§ ¿Hacia dónde va nuestra competencia?
§ ¿En qué queremos ver convertida a nuestra organización en 5 o 10 años?
§ ¿Cuáles son los mayores obstáculos que nos impiden alcanzar nuestra visión?, ¿Cuáles son los puntos estratégicos?
§ ¿Cómo manejaremos estos obstáculos? O ¿Cuáles deben ser nuestras estrategias?
Ahora bien, la información e ideas acerca de las tendencias al futuro se deben realizar a la medida de cada organización. Por ejemplo, la información acerca de las tendencias demográficas mundiales puede estimular nuestro pensamiento, pero es la tendencia demográfica de nuestros socios y prospectos la que requerimos proyectar.
Por otro lado, las ideas que realmente cambiarán nuestra organización deben surgir desde dentro, es decir, debemos ser incluyentes y receptivos a las ideas de los miembros de nuestro equipo para que todos se sepan involucrados y responsables de tomar acción sobre ellas.
Creando un proceso de planeación que enfoca la atención y el esfuerzo en una serie de preguntas directas y poderosas, alcanzamos dos objetivos: Retomamos el proceso de planear profesionalmente – democratizándolo, y acentuamos el pensamiento creativo e imaginativo, en vez de seguir la estructura de los formatos. Si el proceso de planeación se diseña de tal manera que requiera que los participantes “piensen y actúen en tiempo futuro”, entonces la cultura de planeación – y por añadidura, la cultura organizacional – comenzará a cambiar.
¿Haces tus planes de acción en función a tu realidad actual, o al futuro? ¿Todo lo que planeas se convierte en acciones con resultados reales? ¿Qué tanto has desarrollado tu pensamiento estratégico?
Elaborado y Editado por:
Ana María Narro – Head Coach / Hospitality Coach
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Fotografía: <a href="https://es.vecteezy.com/fotos-gratis/futuro">Futuro Fotos de Stock por Vecteezy</a>
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